El Omega 3 y el aceite de oliva están relacionados porque el aceite de oliva es un aceite muy rico en ácidos grasos, tanto ácidos grasos poliinsaturados como monoinsaturados. Dentro de este grupo encontramos al omega 3 y todas sus propiedad para tener una buena saluda
No en vano el aceite de oliva es la principal fuente vegetal de Omega 3, y es que en la dieta mediterránea este aceite juega un papel fundamental, sobre todo el aceite virgen extra ya que contiene una gran cantidad de antioxidantes y otras sustancias saludables que no puede fabricar el organismo humano de forma natural, muchas de las cuales ayudan a prevenir ciertas enfermedades, en concreto aquellas cardiovasculares.
Y es que las lipoproteínas encontradas en los distintos ácidos grasos del aceite de oliva y el omega 3 son más resistentes al desgaste, previniendo su oxidación e inflamación, y por tanto previene enfermedades de tipo inflamatorias, como la arterioesclerosis y la arterioesclerosis múltiple.
Pero los beneficios del aceite de oliva y el omega 3 no quedan ahí, ya que también ayuda a reducir los niveles de colesterol en sangre de forma significativa y previene por ende diferentes trastornos derivados como pueden ser la obesidad o la diabetes.
Así que pese a lo que nos quieran hacer creer actualmente en una sociedad tan superficial, las grasas son también importantes para su organismo. En el caso del aceite de oliva y el omega 3 tenemos un ejemplo claro de ello y, de hecho, su importancia es tal que los dietistas y médicos especializados recomiendan una ingesta diaria de entre 3 y 6 cucharadas, ya sea para cocinar como para aliñar, sirviendo como complemento a un gran número de alimentos (ensaladas, panes, patatas, aliños de pastas…)